domingo, 7 de septiembre de 2008

Jueves

Anoche me dormí a la 1 de la mañana. Mi día de hoy comenzó con un estruendosísimo ruido a las 5 y media de la madrugada. Sonaba como una alarma pero muy aguda. Entre sueños la escuché y dije, ahorita pasa, pero la empecé a escuchar más fuerte. Me paré y abrí la puerta de mi cuarto había otras 2 muchachas de otros cuartos que salieron a asomarse. Las puertas “corta fuego” que están en el pasillo se habían cerrado. Ahí fue cuando entendí que era la alarma de incendios. La chica de al lado me preguntó: ¿crees que sea una broma? Y yo di mi súper respuesta: “mmm no sé” jaja. Total que me asomé a la ventana de la calle a ver si alguien había evacuado pero nada. El ruido era exageradísimo. Decidimos entonces regresar a nuestras camas. Como cinco minutos después se calló.
A las 8 de la mañana sonó mi despertador de mi nuevo súper celular que si le picas ya no vuelve a sonar, así que cuando volví a voltear ya eran las 8:44. Corrí a bañarme, luego por supuesto que no encontraba qué ponerme hasta que por fin salí, sin desayunar por supuesto, y fui hacia la parada del camión. Sentí que tardó años en pasar hasta que por fin lo hizo. Me bajé en la parada de mi escuela y llegué corriendo. En la entrada del amphi (teatro)dije no no, cómo voy a entrar así de tarde. Eran 10 45 y mi clase era a las 10 30. Me senté a esperar a que saliera alguien (aún no sé para qué pero yo esperaba a alguien) y en eso sonó mi celular. Era mi mamá para decirme que mi hermana había perdido el vuelo de regreso a Guadalajara y que me fuera lo antes posible a París para aprovechar (la pérdida del vuelo?? Jaja). Me quedé cinco minutos más ahí hasta que comprendí que sólo perdía mi tiempo.

Tomé mi camión de regreso a la casa. Ordené mi cuarto que había quedado todo batido después de la crisis de ropa matutina jeje y ya acomodé todo para irme. Iba apenas saliendo del edificio cuando me acordé que no traía mi adaptador para la laptop (mi mamá me la pidió), volví a subir las escaleras, lo tomé y fui al camión. Me bajé en el centro y tomé el metro hacia la estación de tren.
Fui a una de esas maquinitas que hay ahí para hacer cambios en tus boletos y me pasaron dos cosas: 1) sólo aceptaba tarjeta de chip y las mías son de banda magnética 2) no traía mi tarjeta de descuentos de tren, misma que te pueden pedir durante el trayecto. Casi muero de la rabia. Pensé que mejor pedía un taxi y así todo sería más fácil pero luego dije noooo así me la voy a pasar cada que la riegue, entonces regresé al metro. Me bajé en otra estación para probar. Había visto que según el mapa, ahí pasaba el camión que me deja más cerca de la entrada de mi casa (porque el otro está más retirado). Caminé hacia la parada, cuando me topé con que justo frente a la parada estaban arreglando la calle por lo que el camión claramente no iba a pasar por ahí. Caminé junto con la gente hasta la siguiente parada. Me senté ahí a esperar y a esperar. Había una señorita francesa junto a mí que nomás se quejaba de que no llegaba jaja y yo nomás la veía. Pasó un camión de otra ruta como 3 veces hasta que la francesa explotó y se subió y le dijo no sé qué tanta cosa que el camionero yo creo que se la llevó hasta la próxima parada. Como vi que por lo visto no pasaría ni por ahí, caminé hacia la parada de la dirección opuesta a la que yo iba (ya lo había visto pasar en esa dirección) y esperé mi camión. Lo tomé y me fui toooooooda la ruta, que por cierto no iba a ningún lugar interesante jaja, hasta que después de 45 min llegué a mi casa una vez más.
Tomé la bendita Carte 12-25 y de nuevo me regresé a la parada del camión. Tomé el camión, luego el metro y llegué a la estación del tren. Como ya sabía que mi boleto no se podía cambiar en la maquinita porque no tengo tarjeta de chip tuve que ir a la oficina donde siempre hay una filota. Me formé y al 5 para las 4 me tocó mi turno. Le dije al de la caja que quería cambiar mi boleto del viernes por el más cercano de hoy y me dice, ah sí, van a ser 3 euros más. Le pagué y me lo había dado para las 4:05. Salí volando de la oficina, corrí por la central con mi mochila de ruedas y me subí en el primer vagón de mi tren que vi. ¡Lo había logrado!
No podía creerlo. Me salí de mi escuela aproximadamente a las 11:15 y pude tomar mi tren hasta las 4. Por si se lo preguntan. No, no comí nada en todo el día. Por lo menos hasta ahorita que estoy escribiendo que son las 5:50. Ahorita llegando a París me voy a comer la torre Eiffel o algo así jajaja.
Por lo menos el trayecto del tren ha estado ameno. Antes de que me pusiera a escribir esto, platiqué con dos koreanos que están sentados aquí conmigo. Los pobres hablan un inglés casi indescifrable jeje. Pero hoy aprendí que odian a los japoneses porque los conquistaron en 1919. Son interesantes porque estudiaron teología los dos y son algo así como protestantes. Me preguntaron que si yo no odiaba a los españoles, y les dije que no, que cuando habían conquistado México, México realmente no era México aún. Fue por eso que me platicaron de su odio a los japoneses. Me enseñaron también un poquito de sus símbolos con los que escriben. En realidad son dos taka-takas muy amables jeje. En fin, por ahora dejaré hasta aquí, quizá después les platique cómo me comí París cuando llegué.







(Las fotos son de la vista desde la ventana de mi cuarto y la fuente con espuma está en la plaza que está afuera de mi escuela, alguien le puso jabón y se me hizo curioso.)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola ceci estoy muy orgullosa y contenta por ti te felicito inmensamente.recibe besos ytodo mi carino.tu prima hilda